verbenas

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martes, 18 de noviembre de 2014

PARA EL QUE MIRA SIN VER



Para el que mira sin ver, la tierra es tierra, nomás.
Nada le dice la pampa, ni el arroyo, ni el zorzal.
Atahualpa Yupanqui.



En la siesta adormecida y sus fragancias
ardiente el sol, vertical sobre la tierra,
se distinguen los manzanos en rojo maduros
y las mentas ribereñas de mi arroyo enamorado.

Los perfumes de hongos del pinar cercano
llegan con la fuerza en esa siesta de febrero
donde los sauces regalan sus sombras,
a mi contemplación quieta y callada.

¡Qué fragancia de esa siesta!
Salpicada de colores, es calandria y es zorzal,
es frambuesas y es chañares
y es espinillos dorados en las piedras del peñón.

Es que no miro sin ver.

Y lo que veo me llena el alma de conmociones
y me las llevo conmigo porque suele suceder
que pueda necesitarlas cuando conmigo no estén…
ni la siesta y sus fragancias, ni ese febrero con sol.



Publicado en mi libro "Desde aquella Strelitzia". 2014

2 comentarios:

  1. Gracias, Wences, por compartir tu paraíso, pues tus palabras milagrosas pintan imágenes multicolores y entrañables que recorro con afecto y agradecimiento, regresando a mis primeras vacaciones de niña a esa encantada provincia serrana,donde el maravillado asombro deslumbraba mis ojos pletóricos de dicha. Volveré.

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  2. Gracias, amiga Marimar! Es siempre una alegría verte en casa...

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